Guerra sucia entre registradores

Verisign acusada de utilizar estrategias desleales para arrebarle clientes a sus competidores.

Según un informe publicado recientemente por The State of the Domain, algunas empresas de registro de dominios están utilizando tácticas de dudosa corrección con el fin de arrebatarles clientes a sus competidores.



Estas empresas, entre las que se encuentra Verisign, han enviado mails a propietarios de dominios albergados por empresas de la competencia instándoles a pagar una cantidad para mantener su dominio. Este mail se puede confundir muy fácilmente como una factura para la renovación del dominio y, de hecho, son muchos los usuarios que han autorizado la transferencia de sus dominios creyendo que lo que hacían en realidad era simplemente renovarlos.



Los inventores de este juego, Domain Registry of Canada/America (un importante revendedor de Enom), son también los mejores. Han tenido tanto éxito arrebatándole clientes a otras empresas de EEUU y Canadá que otros registradores no han podido evitar caer en la tentación de lanzar campañas similares aunque no con tanta frecuencia. Sin embargo, en un mundo en el que los márgenes de negocio se están reduciendo cada vez más, ceder usuarios a los competencia no es algo que las empresas acepten con agrado.



Además, esta práctica está expresamente prohibida por la ICANN en el Acuerdo de Acreditación de Registradores. En tanto que la ICANN permite a los registradores acceder a la base de datos Whois directamente, todos los registradores disponen de la posibilidad de acceder a las bases de datos de usuarios de sus competidores y lanzar procesos automatizados para arrebatárselos. Sin embargo, como en otros tantos aspectos, la ICANN se ha mostrado absolutamente inoperante en aplicar el cumplimiento de esta normativa.



Sin nadie que controle la situación, el robo de clientes se está volviendo cada vez más habitual. Esto resulta cada vez más irritante no sólo para las empresa que lo sufren sino también para los propios usuarios quienes se sienten engañados al descubrir la táctica y que además se ven obligados a pagar más de lo que correspondería por la renovación del dominio.



Fuente : The State of the Domain.